domingo, 23 de octubre de 2016

Olvidado el blog





  1.      Después de dos años de abandono y ya en España retomo el blog. No sé qué hacer con lo que escribía en un teclado de alfabeto portugués en la ciudad de Porto Alegre sin tecla Ñ en él. Bien, creo que voy a publicar aquí los trabajos, que no consigo publicar. Trabajos que he mandado a concurso y que pasan inadvertidos: una novela corta, escrita hace un año y lo que era el proyecto de mi vida, que no describo porque todavía está en un concurso y no debo hablar de él. En realidad los dos proyectos están pendientes y no puedo hablar de ellos. Voy a prepararlos y cuando sea oportuno los publicaré para descarga gratuita.

  2.      ¿Qué haces si tienes que pagar por subir a una plataforma? Si debes pagar unos autónomos a los que no alcanzo. La cultura y la lengua española están siendo ignorados, desde mucho antes de la crónica crisis que nos asola. En el caso de España, esa gran patria, es con alevosía de sus representantes políticos, es la verdad. Lo último que hicieron fue ignorar a la casa Cervantes, sus presupuestos no estaban contemplados en los presupuestos del curso 2017, al final enmendaron el "error". Da miedo. En los países nórdicos los incentivos en la cultura es otra cosa. Aquí es, por aplastamiento...

  3.     Escribo de corrido, como escribimos los escritores cuando inicias un proyecto literario, un cuento o una novela, luego corriges y corriges hasta la extenuación. De esto hablan poco los escritores, quieren dar la sensación, de que son unos maestros, y todo lo hacen con dos horas al día y de corrido. Nos toman el pelo, aunque es la imagen que llega muchas veces al lector, quiero decir que esto es totalmente falso, quiero gritarlo: !nadie escribe de una atacada, que no! Es una acumulación de horas impagables. Esto no, ya dije que es de corrido, por eso se notará sencillez o tal vez más la sinceridad.

  4.     Ayer viendo en televisión a un autor de esos profesionales (afamado), me dije, yo no quiero ser eso, no me gustaba ni su imagen ni las formas, la imagen que da de resuelto. Yo soy contradictorio y compongo y, lo reconozco, para hacer una novela me tiro años, con intensas horas de revisión y replanteo, no, no quiero ser ese escritor resuelto, no.
  5.